El derecho a la convivencia escolar y a la no discriminación educativa

El derecho a la convivencia escolar y a la no discriminación educativa

Desde 1964, el 30 de enero se celebra en todo el mundo el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Es una fecha para reivindicar una educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz. También un día para poner el foco en la convivencia escolar y denunciar la discriminación que, en muchos casos, siguen sufriendo algunos colectivos del alumnado. En India, este problema de discriminación en las aulas se ceba sobre todo con los estratos más bajos de la sociedad: dalits (o «intocables»), tribales y otras comunidades minoritarias como los cristianos o los musulmanes.

El sistema de castas quedó abolido en la constitución india de 1950, sin embargo, en la práctica, esta diferenciación continúa vigente y sigue generando exclusión y diferenciación. Hasta el punto de que el Gobierno indio reserva cuotas en educación universitaria y trabajo público para los dalits y las tribus discriminadas. Pero tampoco es suficiente.

En 2017, un estudio elaborado por la NCDHR (National Campaign on dalit human rights) denunciaba la exclusión que siguen sufriendo en las escuelas los niños y niñas dalit, con discapacidad o de comunidades minoritarias; y recogía también algunos preocupantes testimonios de afectados/as. «No se puede decir que la educación escolar está fomentando un espíritu democrático e igualitario … —dice el estudio— En lugar de inculcar los derechos humanos y los valores constitucionales, las escuelas, en general, perpetran normas y valores sociales que a menudo son excluyentes, discriminatorios y jerárquicos. El gobierno indio ha reconocido que las jerarquías de casta, estatus económico y género (que caracterizan a la sociedad india) influyen profundamente en el acceso de los niños a la educación».

El NCDHR asegura que los niños y niñas de los estratos más bajos sufren dos dimensiones de discriminación educativa: la discriminación para acceder a la educación y la discriminación dentro del ámbito escolar. «Al explorar el acceso a la educación, la discriminación incluye las muchas condiciones: falta de educación preescolar para preparar al niño para la escuela, falta de diferentes niveles de escuelas en el vecindario, barreras físicas y sociales que impiden que los niños accedan a la escuela, no admisión de niños migrantes o que sufran por razones sociales o de salud particulares, falta de cursos particulares de educación o orientados hacia el mercado, incapacidad para acceder a una educación de buena calidad debido al costo, falta de disponibilidad de asientos etc.».

Y una vez dentro del sistema educativo y del aula, el estudio de la NCDHR identifica también varias formas de exclusión: están sentados en la parte posterior del aula; no se les permite usar las instalaciones o el equipo de la escuela como a otros niños; no reciben la atención adecuada en su aprendizaje; se les humilla y desmotiva; se les asignan tareas discriminatorias; no se les permite asumir puestos de liderazgo o participar en las actividades escolares; no se les proporciona educación temprana en idiomas… » Según sus datos, en el 38% de las escuelas públicas los niños y niñas dalits están separados en el comedor y en el 20% de los centros no pueden beber agua de la misma fuente que el resto.

Abandono escolar

Todo esto repercute en unas altas tasas de absentismo y abandono escolar que, unidas a otras presiones sociales, aumentan a medida que los niños y niñas avanzan en los cursos y llegan a la educación secundaria o universitaria, donde la discriminación continúa e incluso se recrudece.

En la Universidad, los estudiantes dalit o de grupos minoritarios y estrato social desfavorecido se enfrentan a insultos de sus compañeros y a tratos desiguales del profesorado, algo que ha provocado varios casos de suicidio, como el de Jaspreet Singh o el de Rohit Vemula, que provocó una gran oleada de protestas y la huelga de hambre de algunos de sus compañeros.

«El ambiente en el que Rohith se vio obligado a quitarse la vida es al que se enfrentan millones de estudiantes dalit que logran llegar a la educación superior con grandes dificultades en nuestro país. Su nota de suicidio seguirá siendo un poderoso testimonio de cómo nuestro sistema educativo ha institucionalizado la discriminación y las dificultades de los dalit«, afirmó Lenin Kumar, el líder estudiantil que inició esta huelga de hambre.

Desde el Programa de Educación Integral de Semilla para el Cambio luchamos a diario contra la discriminación de los niños y niñas de clases más desfavorecidas de India, trabajando con centros educativos privados en los que se respetan los derechos de nuestros estudiantes y se les ofrecen las mismas oportunidades, actividades y el mismo trato que al resto del alumnado. Y en el Día Escolar de la No Violencia y la Paz queremos reivindicar este derecho a la convivencia escolar para todos los niños y niñas.