“El voluntariado supone un crecimiento personal tanto para el que ayuda como para aquellos a los que está ayudando”

“El voluntariado supone un crecimiento personal tanto para el que ayuda como para aquellos a los que está ayudando”

Dos nuevas voluntarias se han incorporado esta última semana al equipo de Semilla en India. Son Lindsey y Kady, dos jóvenes americanas que llevan un tiempo viviendo en Varanasi y que se han integrado en el Programa de Educación Integral como profesoras de apoyo de inglés.

Lindsey lleva dos años viajando por India, buscando distintos proyectos en los que colaborar como voluntaria, y durante el último año ha vivido en Varanasi, donde conoció a María Bodelón (la directora de Semilla). “Un día le pedí que me contara más sobre su trabajo aquí y cuando me lo contó, le pedí que me tuviera en cuenta para ayudar de alguna manera”, recuerda.

Para Kady es ya el cuarto viaje a India y vivió tres años y medio en Asia. “Me encanta ayudar a aquellos que lo necesitan —cuenta—.  Donde sea que estés, ya sea en tu país de origen o en otro, es una manera de crear un impacto positivo en el mundo que te rodea”. Ella también conoció a María Bodelón en una reunión de amigos en Varanasi y decidió ser voluntaria de Semilla durante unos meses, antes de viajar a Bengala, que será su próximo destino.

Su labor en la ONG es ayudar a los niños y niñas del proyecto educativo a mejorar sus habilidades de lectura y escritura en inglés. “Hacemos tutorías, les ayudamos a agregar vocabulario nuevo y a aumentar su capacidad para comprender historias en inglés”, explica Kady. “Es divertido ver crecer en los niños y niñas el entusiasmo por aprender y eso se debe en parte a las tutorías de lectura que hacemos —explica Lindsey—. También es muy emocionante verles preparados para graduarse en el programa de tutoría y ver cómo enfocan estos aprendizajes hacia otras áreas”.

“Es emocionante ver crecer en los niños y niñas el entusiasmo por aprender gracias a las tutorías que hacemos y ver cómo enfocan el aprendizaje a otras áreas”

Para las dos, el voluntariado es algo muy positivo. “Ser voluntaria en Semilla está resultando una experiencia muy positiva. Los niños están ansiosos por aprender, emocionados por la clase, y todo el equipo de la ONG te ayuda en todo momento. Además, esta experiencia me ha hecho darme cuenta de que la capacidad de amar y ser constante recorre un largo camino. Siempre habrá una necesidad y nunca podrás aprovechar mejor tu tiempo”.

“Esta experiencia me ha mostrado y confirmado el valor de la voluntad de ayudar a otros de cualquier manera. Simplemente ofreciendo los dones y las habilidades que cada uno de nosotros tiene, causas un impacto que perdura. Lo veo como una muy valiosa inversión”, añade Lindsey, que recomienda a todo el mundo hacer un voluntariado. “Creo que cualquier persona se beneficiaría, aunque sea por un breve espacio de tiempo, realizando un voluntariado o trabajando en servicio de la comunidad. El resultado es, sin duda, un crecimiento personal tanto para el voluntario como para aquellos a los que está ayudando”.

También Kady lo recomienda: “Al final, terminas aprendiendo mucho sobre ti y experimentas la vida de una nueva manera. Te permite cambiar las vidas de quienes te rodean y de aquellos con quienes compartes tus experiencias”.

Tras su estancia en Semilla, que durará unos meses, estas dos jóvenes americanas seguirán su viaje por India buscando nuevas oportunidades de ayudar a personas desfavorecidas y poner su grano de arena para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

¡Gracias, Lindsey y Kady, por vuestra colaboración con Semilla!