La meditación, una herramienta para desarrollar las capacidades de nuestros estudiantes

La meditación, una herramienta para desarrollar las capacidades de nuestros estudiantes

Decía el Dalai Lama que “si enseñáramos a meditar a cada niño de ocho años en todo el planeta, acabaríamos con la violencia del mundo en una generación.” En Semilla, la meditación forma parte del día a día de nuestros estudiantes, como una herramienta más para ayudarles a mejorar su rendimiento y su bienestar.

Nuestras profesoras Harshitha y Arti (que imparten clase de refuerzo a niños y niñas de entre 7 y 12 años en el centro de Sigra) suelen acabar sus clases con una pequeña sesión de meditación que tiene grandes beneficios para su alumnado.

Meditar supone enfocar la atención en algo concreto, ya sea un pensamiento, un objeto, la propia conciencia, el propio cuerpo o nuestros pensamientos… Es un ejercicio de atención plena que implica aprender a escucharse a uno mismo.

Entre sus beneficios está que relaja, al reducir los niveles de cortisol —la hormona responsable del estrés—; reduce la irritabilidad y las posibilidades de caer en estados depresivos; baja los niveles de presión arterial y mejora el sistema inmunológico. Además, en el caso de los niños, según explican las profesoras de Semilla , “con tan sólo diez minutos diarios, se aumenta su capacidad de atención y concentración, se mejora el proceso de memorización y les sirve también en caso de que tengan problemas de hiperactividad o para conciliar el sueño”.

“Además, a nivel del grupo, la meditación ha demostrado que mejora la relación entre compañeros, fomentando la cooperación, el respeto y la empatía”, explican las profesoras.

Y es que según explican algunos expertos, con la meditación los niños desarrollan todas sus competencias intelectuales (como la capacidad de abstracción, de lógica o de cálculo) y sus habilidades individuales, tanto las psicomotrices como las intelectuales. Además, un niño que medita escucha sus emociones y desarrolla su asertividad y empatía.

Darles herramientas a los niños/as para encontrar la calma por ellos mismos, les ayuda a gestionar mejor sus pensamientos y emociones y también les ayuda a mejorar su autoestima. Por eso forma parte de las metodologías educativas de Semilla para el Cambio.