La comunidad de Sigra acoge con interés las oportunidades de educación que ofrece ‘Asha’

La comunidad de Sigra acoge con interés las oportunidades de educación que ofrece ‘Asha’

Primer día de clases preparatorias en Sigra

En octubre comenzó a andar el proyecto ‘Asha’ de Semilla para el Cambio en el suburbio indio de Sigra. A través de una educación de calidad, esta ONG tiene como objetivo romper con el círculo de la pobreza en el que están inmersas las comunidades marginales de suburbios de Varanasi, luchando contra la exclusión social y reduciendo el riesgo de trabajo infantil.

El proyecto ´Asha´(que en hindi significa Esperanza) ofrecerá desde abril de 2011 a los niños de entre 3 y 8 años del suburbio escolarización en un prestigioso colegio local, clases de apoyo, actividades formativas, ropa, calzado y un almuerzo diario. El proyecto ha comenzado con clases preparatorias para determinar qué niños asisten con regularidad, tiene más interés y pueden lograr el progreso educativo necesario para ingresar en la escuela.

Después de un laborioso proceso de selección a través de entrevistas de cada familia y una reunión personalizada con la escuela, el interés generado y las peticiones de otras familias derivaron en que en cuestión de unos días el número de alumnos se triplicase de 15 a casi 50. “Pensábamos que cuando los primeros niños comenzasen las clases preparatorias, en el futuro otros querrían sumarse, pero no imaginábamos que el proyecto tendría tan calurosa acogida en cuestión de días; incluso tuvimos que frenar la llegada de nuevos estudiantes, cerrando el cupo en 50 para este año” – comenta María Bodelón, directora sobre el terreno .

El proyecto se financiará principalmente a través de apadrinamientos, por ello paralelamente a la puesta en marcha del proyecto ´Asha´, Semilla para el Cambio ha lanzado una campaña de sensibilización y difusión en Varanasi entre los numerosos turistas que acuden a visitar la milenaria ciudad india. El presupuesto del proyecto ascenderá a poco menos de 1.000 euros mensuales. “Esta acogida es una muy buena noticia y confirma que el enfoque de nuestro proyecto está funcionando y atrae a los padres.  Ahora nos queda el trabajo de captación de padrinos, ya que tendremos que encontrar 30 ó 40 de golpe” – declara María Bodelón .

Por esto motivo, los esfuerzos de Semilla para el Cambio se centrarán en esta zona de Varanasi, a pesar de que en un principio estaba pensado aplicar el proyecto en Bazaar Diya, otro de los suburbios más desfavorecidos de la ciudad. El alto grado de interés mostrado por la comunidad de Sigra hizo que los planes cambiaran y la dirección de Semilla decidiera concentrar sus esfuerzos sobre Sigra y posponer la ampliación del proyecto a Bazaar Diya hasta 2011.

Una niña juega en el suburbio de Sigra

Sobre el terreno, cabe destacar la convivencia de varias pequeñas comunidades marginales de emigrantes en Sigra, la mayoría procedentes de aldeas del estado indio de Bengala occidental, fronterizo con Bangladesh.  Hace unos años se asentaron en Varanasi en busca de una vida mejor pero acabaron malviviendo en ´slums´ o zonas de chabolas en condiciones totalmente insalubres.  En su mayoría se dedican a la recogida de papel y plástico para la reventa y a conducir ´rickshaws´, un medio de transporte tirado por la fuerza humana, ocupaciones con las que se gana menos de 2 euros al día, salario ínfimo para familias compuestas por  6 a 10 miembros. Esta situación de extrema pobreza deriva en la necesidad de trabajo infantil, presente en prácticamente todas las familias.

Semilla para el Cambio inició su labor en 2009. Actualmente cuenta con un proyecto de alfabetización y un programa integral que incluye educación, sanidad y nutrición. 18 niños ya están escolarizados y otros 70 están en cursos de alfabetización o clases preparatorias para su próxima escolarización.

Fotos: © Vanessa Escuer