India es uno de los países más afectados del mundo por la pandemia del coronavirus. Más de 35 millones de personas se han infectado de Covid-19 y ha dejado más de 500.000 muertos. Es el segundo país del mundo en incidencia, solo por detrás de Estados Unidos.
Poco a poco la población se recupera del colapso sanitario y social provocado por la segunda ola, que puso en situación de emergencia alimentaria a las comunidades más vulnerables, que perdieron sus trabajos y formas de sustento por las medidas de confinamiento y distancia social impuestas por el gobierno para atajar la pandemia. Muchas de ellas no han vuelto a recuperar sus trabajos o se encuentran en situación de precariedad.
Durante toda la pandemia, Semilla para el Cambio ha realizado diversas campañas de distribución de alimentos llegando a un gran número de familias en el slum de Sigra y el barrio de Dashashwamedh, y adaptado sus proyectos educativos al contexto de la pandemia.
La campaña de vacunación estatal, con más de 10.500 millones de vacunas distribuidas y 4.280 millones de personas inoculadas con al menos una dosis impulsa la desescalada, pero muchas familias todavía tardarán en retomar sus pequeñas actividades económicas y sus posibilidades de sustento.
En un país con más de 1.350 millones de personas, donde muchas dependen de la economía informal, la crisis causada por el coronavirus aumenta el riesgo de pobreza y exclusión de las familias con menos recursos, a pesar de la desescalada gradual y la caída de casos.