El proyecto de alfabetización recibe nuevas estudiantes tras el parón de la pandemia

Alfabetización-Semilla para el Cambio

El proyecto de alfabetización para adolescentes y adultos de Semilla para el Cambio en los barrios de Sigra y Dashashwamedh de Varanasi se ha consolidado con nuevos estudiantes en este curso académico, después de un fuerte parón causado por el coronavirus y sus efectos.

Desde noviembre, veinticinco personas -veinte niñas y mujeres, y cinco chicos- de entre diez y cuarenta años se han matriculado en esta iniciativa que la ongd tiene en los slums de la ciudad india para desarrollar habilidades como la lectura y escritura en hindi, o el manejo de matemáticas básicas. Al final del curso pueden escribir su nombre, rellenar informes y hacer cálculos sencillos.

Parekide, con fondos de la diputación de Bizkaia, hace posible este proceso de aprendizaje que aumenta las capacidades de desarrollo y desenvolvimiento de los estudiantes, su autonomía e integración en la sociedad, y repercute de manera positiva tanto en ellos como en sus familias.

El curso tiene una metodología participativa, dura seis meses en su nivel básico y existe la posibilidad de pasar, durante seis meses más, a un nivel avanzado para perfeccionar habilidades. Además, terminarlo es un requisito imprescindible para entrar en nuestros talleres de formación y autoempleo de costura y artesanía para mujeres.

Así lo hizo Reena Devi, que tras terminar la primera parte del curso se ha apuntado a costura. “Antes no podía leer ni escribir, pero ahora puedo leer, escribir mi nombre y firmar. Estoy contenta de poder estudiar y enseñar a mis hijos parte de lo aprendido en hindi”, cuenta.

Brecha de género en la educación

India ocupa la posición 123 en el ranking de tasa de alfabetización mundial, con un índice del 74,37%, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Entre los hombres la cifra alcanza el 82,37%, mientras que para las mujeres es del 65,79%. No saber leer o escribir dificulta las actividades del día a a día y el acceso al mercado laboral, por lo que es fundamental trabajar para reducir esta brecha de género.

Las alumnas con las que trabaja Semilla para el cambio no tuvieron la oportunidad de ir al colegio por la situación de pobreza en la que viven, y siempre es un reto que terminen el curso, explica María Bodelón, directora de Semilla.

“A principios de 2020 había entre 40 y 50 personas apuntadas. Nunca habíamos tenido tantas. La profesora iba buscando a gente interesada por los barrios. Pero con el coronavirus se cortó la asistencia y nos quedamos con diez estudiantes”, cuenta. 

Tras el levantamiento de las restricciones y después de atravesar el peor año de la pandemia, solo unas pocas mujeres que atendieron previamente al proyecto se reincorporaron, ya que no viven en Varanasi y durante la pandemia volvieron a sus pueblos.

Ahora la profesora vuelve a ir casa por casa y desde la ongd se han buscado incentivos para atraer a estudiantes y combatir circunstancias adversas, como la fuerte inflación que se vive en India en estos días y que complica la cobertura de necesidades básicas como la alimentación, la educación o la sanidad.

“Ha costado coger el ritmo. Como está subiendo tanto la inflación, para motivar a las/os asistentes, estamos dando una pequeña dieta, como de 5 euros, de ayuda para las que asistan con regularidad. Antes dábamos pequeños regalos para las que se diplomaban”, explica María.

Es el propósito de Anita, una de las mujeres que se ha reenganchado a las clases después de empezar el curso en enero de 2021. “Es una buena oportunidad para estudiar. Estoy contenta porque he completado mitad del curso, y ahora puedo leer algunas palabras y escribir frases cortas. Cuando finalice, seré más independiente para leer y escribir sin errores. También me resultará más fácil trabajar. Y podré estudiar cursos profesionales en el futuro”.

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