Preocupación ante el aumento de casos de trabajo infantil en India

Slums niños - Pilar Ruíz - Semilla

El desempleo, la disminución de ingresos y la subida de precios causada por la pandemia de coronavirus, por nombrar algunos factores, amenazan los logros conseguidos en los últimos años para reducir los índices del trabajo infantil y ponen en peligro el futuro de los más pequeños.

Este año, Unicef alertó que se habían alcanzado los 160 millones de casos de trabajo infantil, una tendencia en alza por primera vez en veinte años. En un informe conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), expresó su inquietud ante los millones de niños y niñas que se encuentran en riesgo de ser explotados laboralmente a causa de la crisis de la covid-19.

India no es una excepción. Según datos recientes del Ministerio de Trabajo y Empleo, 58.289 niños fueron liberados del trabajo infantil e integrados al sistema educativo entre 2020 y 2021. Cerca de 12.9 millones de menores entre los 7 y los 17 años estarían empleados en el país, principalmente en el sector agrícola y el ámbito familiar, de acuerdo a cifras de la OIT previas a la pandemia.

Los efectos de la segunda ola de coronavirus

“Después del confinamiento, el trabajo infantil aumentó en Varanasi. He visto a niños y niñas de 10 o 12 años trabajando en tiendas de comestibles, vendiendo frutas o cargando materiales de construcción. Otros, los más pequeños, trabajan en casa lavando, limpiando… Te los encuentras en las calles intentando venderte cosas”, cuenta Hemant Raj Singh, coordinador de proyectos de mujer y el dispensario en Semilla para el Cambio en Varanasi, donde tenemos nuestros centros.

Unas dinámicas que coinciden con el análisis de UNICEF de que, en la mayoría de los casos, los niños en situación de trabajo infantil trabajan en su propia unidad familiar. “Se ven forzados a salir y trabajar porque sus padres no pueden gestionar los gastos del hogar”, explica Hemant.

Muchos padres no mandan a sus hijos e hijas a la escuela porque las tasas escolares han subido y en algunos sitios se mantienen las clases online, observa Rumpa Paul, la coordinadora del programa educativo de Semilla en el barrio de Sigra,Varanasi.

“Los padres piensan que si las clases online siguen funcionando y las escuelas están subiendo las tarifas, no tiene sentido enviar a los niños a la escuela. Al mismo tiempo los niños están perdiendo su rutina de estudio, de ir a la escuela, de jugar, etc. Es el caso de muchas familias”, cuenta.

“La pandemia ha afectado a la salud mental, física y nutricional de los niños. Las escuelas han estado cerradas más tiempo por la crisis, negándoles el acceso a comidas escolares (muy básicas) que recibían en las escuelas públicas. Ahora los padres tratan de satisfacer el vacío de estas comidas, que es un costo adicional y una carga para ellos”, valora Rumpa.

Slums - Varanasi - Pilar Ruíz - Semilla para el Cambio
Calle de uno de los slums de Varanasi

La espiral de la pobreza

Los niños y niñas más vulnerables al trabajo infantil son los que provienen de familias con pocos ingresos y que no pueden satisfacer sus necesidades, analiza Jayanto Chakravarty, el coordinador de nuestro centro de Dashaswamedh. “En algunas condiciones, las familias obligan a sus hijos a ganar dinero. En otras, los niños deciden trabajar para satisfacer sus propias necesidades y las de sus familias”.

“En Varanasi, (el trabajo infantil) es habitual. Hay una familia en nuestra ongd cuyo padre perdió su trabajo durante la época del coronavirus. El niño pensó que es el único varón después de su padre, y que necesita trabajar para que su familia pague el alquiler y la comida. Así que comenzó a trabajar. Nos enteramos más tarde porque empezó a ausentarse de su clase”, cuenta.

Este es uno de los muchos casos que ocurren no solo en Varanasi, sino en todo el país, y que se extienden en múltiples sectores: industria, minería, fábricas y, sobre todo, en la construcción, “porque se paga muy barato a los niños en comparación con los adultos”, continúa Jayanto.

Unos niños estudian en uno de los centros de Semilla en Varanasi

Garantizar su educación, garantizar su futuro

¿Qué hacer para combatir este riesgo? Proteger el derecho y acceso de los niños y niñas a la educación es una de las estrategias más efectivas, junto con la implementación de planes de protección social y ayudas que impulsen la recuperación de la economía.

“La covid-19 tiene un gran impacto en el trabajo infantil, pero podemos superarlo si todas las acciones gubernamentales y no gubernamentales para la eliminación del trabajo infantil se refuerzan de manera efectiva con políticas nacionales de derechos del niño, aplicación de la ley más estricta y protección social de calidad, y fortalecimiento del ecosistema escolar”, asegura Rumpa.

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