Educación emocional para los niños y niñas de los ‘slums’

Educación India - Niño de los slums -Semilla para el Cambio

Decía Aristóteles que “educar en la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto”.  Enseñar a las personas a conocerse a sí mismas, a aceptarse, a aceptar sus emociones y a gestionarlas es para muchos la base primordial del aprendizaje, por eso la educación emocional toma fuerza en colegios de todo el mundo. También en Semilla para el Cambio.

Este verano hemos recibido la visita de una de nuestras madrinas y voluntarias, Beatriz Fernández, que va a desarrollar un proyecto de educación emocional para nuestros alumnos y alumnas de Sigra y Dashashwamedh.

Educación en India - Voluntariado -semilla para el cambio
Beatriz Fernández con estudiantes de Semilla en Sigra

Profesora del Ceip Las Marinas en Roquetas de Mar (y anteriormente del CEIP La Santa Cruz de Almuñecar), Beatriz considera fundamental abordar la educación emocional en la escuela desde edades tempranas. “Como docente, he visto como los problemas de autoestima de los niños y niñas, provocados por separaciones, enfermedades o problemas familiares, influyen negativamente en su aprendizaje y, por consiguiente, son una causa de fracaso escolar. El alumno/a tiene que estar bien consigo mismo para poder avanzar y aprender”. Además, añade que no se aprende diciendo al alumnado “pórtate bien” o “sé bueno/a” si no se le dan las herramientas o los ejemplos prácticos para entenderlo y poder aplicarlo en su día a día.

Según Beatriz, las consecuencias de esa falta de autoestima puede ser nefasta para el futuro del niño/a: adultos sin las herramientas necesarias para desenvolverse como personas eficientes, inseguras, con temor al fracaso, con problemas de adaptación social y dificultades para relacionarse socialmente, entre otras cosas.

En Varanasi, Beatriz aprovechó los días para involucrarse en la rutina escolar e  interactuar con los estudiantes del Programa de Educación Integral de Semilla. “Estando aquí he visto más de cerca la realidad educativa y el proceso de enseñanza-aprendizaje de India”.

Como pudo constatar, la educación en India tiende a centrarse en lo meramente curricular y es muy memorística y repetitiva, favoreciendo la competitividad entre el alumnado. “Semilla hace una gran labor formando a su profesorado local en la mejora de la educación: con métodos innovadores; enseñanza lúdica, dinámica y práctica; y buscando siempre el interés y la motivación del alumnado para favorecer la creatividad y pensamiento crítico —dice Beatriz—. Y complementar su programación didáctica con la inclusión de la educación emocional me parece importante”

 

Una herramienta fundamental en las comunidades desfavorecidas

“Observando la situación social, familiar y personal que acompañan al  alumnado de las comunidades con las que trabaja Semilla, con carencias afectivas, desestructuración familiar, enfermedad, pobreza…,  creo que es fundamental abordar esta temática”.

Con el proyecto que está desarrollando y que se pondrá en marcha en los próximos meses, se formará al profesorado de Semilla sobre pautas básica de las educación emocional: qué son los sentimientos y emociones, para qué sirven, cómo abordarlas, cómo crear una interacción cercana entre docente y alumno/a.

Con el alumnado se utilizarán materiales audiovisuales, cortos, películas, obras de teatro, dibujos o canciones. “Presentaremos tanto las emociones básicas (alegría, tristeza, enfado, sorpresa, asco, miedo…) como las secundarias. Se les explicará cuándo surgen, en qué situaciones, por qué son necesarias, se les ofrecerán herramientas para gestionarlas y se desarrollarán actividades interactivas entre el alumnado para conocerse mejor y trabajar los valores humanos, las habilidades sociales y el pensamiento objetivo”, explica.

“Estoy muy ilusionada con el inicio de este proyecto. Como maestra, considero que somos, en gran medida, responsables del futuro de la sociedad y que hay que formar y educar a nuestro alumnado con las herramientas necesarias para que sean ellos y ellas los que cambien el mundo a mejor”, comenta Beatriz, y cita a María Montessory:  Todo el mundo habla de Paz, pero nadie educa para la Paz, la gente educa para la competencia y éste es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros; ese día estaremos educando para la Paz. 

La fortaleza emocional es el pasaporte de la vida. Sin ella, no vamos a ningún lado, por muchos estudios, carreras y formación académica que tengamos”, concluye Beatriz.

 

 

 

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