El próximo jueves, 8 de septiembre, se celebra desde hace 40 años el Día Internacional de Alfabetización, que pretende reivindicar este derecho, eje principal de la educación, y recordar a los más de 100 millones de niños y niñas que carecen de la oportunidad de ser escolarizados y a los aproximadamente 800 millones de adultos que no saben leer y escribir. En Semilla, es sin duda, un día muy especial, ya que desde 2010 trabajamos día a día para combatir el analfabetismo de las comunidades más desfavorecidas de Varanasi a través de proyectos de Educación y Alfabetización de adultos.
Por eso, queremos aprovechar esta fecha para reclamar el derecho a la educación y recordar que la alfabetización es un fundamento para erradicar la pobreza, lograr el pleno desarrollo y luchar contra la desigualdad. A pesar del impresionante crecimiento económico que India viene experimentando en los últimos años, este país concentra todavía el mayor número de personas pobres del mundo y es también, el tercero con mayor número de analfabetos a nivel mundial. Según el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la tasa de alfabetización en 2013 entre los adultos a partir de 15 años en España es del 98.08 %, mientras que en India, según los últimos datos registrados, es del 66%.
Con esto, somos realmente conscientes del alto nivel de analfabetismo que concentra todavía. Con el proyecto de Alfabetización de adultos, Semilla para el Cambio ha querido poner énfasis en la necesidad de que todas las personas cuenten con una educación mínima parar afrontar su día a día y lograr un cambio social en las comunidades de los slums. Este es el caso de Senarul, uno de nuestros alumnos del centro de Sigra: “Me siento muy bien siendo educado. Antes de asistir al programa, cuando alguien me preguntaba si estaba recibiendo educación o si la había recibido, contestaba avergonzado que no. Ahora puedo contestar con seguridad en mí mismo que sí. Tengo una educación.”
Un proyecto que abre puertas
En el proyecto de alfabetización, que se puso en marcha en 2013, proporcionamos habilidades básicas de lectura, escritura y matemáticas, principalmente a mujeres de los slums, para aumentar sus capacidades, su autonomía y su integración en la sociedad. Son adultos/as que, por razones económicas, no tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela y que ahora pueden mejorar sus competencias básicas. Cuatro alumnas y un alumno asisten a clases de lunes a viernes con Seema Mehrotra, la profesora de este proyecto desde hace 3 años. Allí aprenden a leer y a escribir en hindi y también matemáticas, -con el fin de poder tener una educación básica y poder contar con la autonomía suficiente para trabajar y calcular sus propios ingresos del día a día. La motivación primordial de los alumnos y alumnas es el deseo de encontrar nuevas oportunidades que les permitan dejar el trabajo de recogida de basura. “Me siento muy a gusto asistiendo a las clases de alfabetización porque podemos aprender diferentes cosas. Escribir y leer me abre nuevas e inmensas puertas”, nos cuenta Mehrunisha.
Desde Semilla para el Cambio, se acude a los diferentes slums de la zona de Sigra, y se informa a la población sobre el programa de Alfabetización y el cambio que puede dar en sus vidas. Además, se imparten clases adicionales de alfabetización a las y los adultos para compensar la falta de recursos y apostar por una educación integral y de calidad. Este proyecto tiene una duración de un año, de lunes a viernes de 13:00hrs a 15:00hrs. Cada mes se realiza un examen de toda materia dada y cumplidos los 6 meses de curso, los alumnos y las alumnas que lo desean pueden iniciar el proyecto de Corte y confección, al mismo tiempo que continúan con el programa de Alfabetización. Esta también es una motivación para que algunas mujeres se apunten a alfabetización, como Senarul, “las clases de alfabetización, de costura y la limpieza de la escuela me motivan a venir cada día a aprender”, o Shahida, “asisto a este programa de alfabetización porque quiero aprender costura. La combinación de ambos programas me encanta y ayuda a crecer profesionalmente”.
Completado el año académico, los/las alumnos/as reciben un certificado que acredita que sabe leer y escribir en hindi además de conceptos básicos de matemáticas. Rupika, alumna del programa, nos cuenta su experiencia: “Este programa nos ayuda en muchos diferentes caminos. Por ejemplo, podemos comprobar y calcular rupees en las compras que realizamos el día a día. Antes no sabíamos. Nuestro comportamiento ha cambiado relevantemente, ahora hablamos adecuadamente, usando un lenguaje correcto”.
Según nos cuenta Seema Mehrotra, la evolución de los estudiantes durante ese año es admirable. “Cuando mis alumnos vienen por primera, no puede leer ni escribir lógica ni apropiadamente. Esto les complica su trabajo, por ejemplo al vender basura, ya que pueden engañarlos con el cambio. Ahora, sin embargo, puede leer
y escribir en hindi. Esto me enorgullece inmensamente”, nos cuenta.
Con solo 14 años de edad, Senarul, que vive en un slum cercano a la escuela de Varanasi, combina su trabajo de recogida de basura con la asistencia a una escuela, donde asiste al proyecto de alfabetización y costura y confección.