Concluye el programa de emergencia alimentaria por la Covid19

Concluye el programa de emergencia alimentaria por la Covid19

Semilla para el Cambio cierra esta etapa de tres meses de emergencia alimentaria con más de 1.200 personas atendidas de forma regular durante la crisis del coronavirus. Además, anuncia que en julio arrancará el programa de reconstrucción económica y social post Covid19, junto con el resto de proyectos de la ongd en terreno.

Iniciado ya el desconfinamiento en India, Semilla para el Cambio ha dado por concluido su proyecto de emergencia alimentaria, implementado desde el inicio de las restricciones de movilidad en el país, decretadas por el gobierno indio ante el avance de la pandemia del coronavirus. En estos cerca de tres meses, la ongd ha proveído de alimentación básica a más de 1.200 personas de los slums (barrios de chabolas) y de los ghats (escalinatas a orillas del río Ganges) de Varanasi.

Según los datos del Ministerio de Sanidad, a fecha de 8 de junio de 2020, India acumula ya cerca de 260.000 positivos y más de 7.200 personas fallecidas por la Covid10. La cifra de personas recuperadas es de casi 124.000 personas y el país ha registrado, sólo en el día de hoy, más de 11.000 nuevos contagios.No obstante, el gobierno del país ha empezado ya con un desconfinamiento incipiente, que hace temer el incremento del número de contagios, debido a la gran movilidad que se prevé en el país, con una población de más de 1.300 millones de personas.

India espera así aliviar los impactos económicos y sociales que el confinamiento estaba causando en las familias más vulnerables, aunque es evidente que los contagios, muy probablemente, se multiplicarán. Es cierto que el país ha tenido tiempo, durante el confinamiento, para prepararse a nivel hospitalario, de cara a una atención de casos que, a todas luces, crecerán. Pero la densidad poblacional de India no es proporcional a su red de infraestructuras sanitarias, lo cual es, como poco, preocupante. Ver datos Banco Mundial sobre número de camas UCI en India.

El desconfinamiento en Varanasi

Las calles de Varanasi vuelven poco a poco a la normalidad, iniciada la fase 1.0. del desconfinamiento en India.

Desde Semilla para el Cambio se toman con cautela estas medidas y se empieza a planificar la reapertura de algunos de los proyectos, en el mes de julio.

En estos momentos, muchas de las familias de los slums han empezado a salir de la ciudad, rumbo a sus aldeas natales, para visitar a sus familias, algo habitual en estas fechas de verano y que ha coincidido con la puesta en marcha de trenes y buses y el permiso para mayor movilidad. Por ello, y ante la recuperación incipiente de la actividad económica, Semilla para el Cambio concluye esta semana el reparto de packs de alimentos, con valoraciones muy positivas por parte de las familias beneficiarias.

Aunque ésta ha sido la actividad principal de la ongd durante el confinamiento, cabe señalar que ya en mayo se retomaron las clases online del proyecto educativo de Semilla. «El curso debía haber empezado en abril. Y ante la imposibilidad de hacerlo normalmente, decidimos intentar hacerlo por internet. Es evidente que todos los estudiantes no tienen acceso a un smartphone, ni, por supuesto, ninguno de ellos a un ordenador. Pero han intentado compartir entre estudiantes vecinos sus escasos recursos y, finalmente, un 80% han podido participar en las clases online. Todo un éxito, teniendo en cuenta sus limitaciones», ha explicado María Bodelón, directora de Semilla para el Cambio.

Desde la ongd informan que en junio se tomarán vacaciones escolares, precisamente porque muchas familias aprovechan el desconfinamiento para visitar a sus familias en las aldeas. Y será en julio cuando las clases vuelvan a ponerse en marcha, bien de forma online o presenciales, según las medidas que decrete el gobierno, en su caso.

También en julio la ongd prevé retomar de nuevo el taller de artesanía, así como el resto de proyectos del área de Mujer. Durante el mes de junio se ultimará el diseño de los nuevos protocolos de higiene y prevención dentro de la ong, así como la planificación de un proyecto para la recuperación de la vida económica y social de las familias más vulnerables, que se pondrá en marcha en julio y del que Semilla dará debida cuenta cuando su equipo en terreno acabe de ultimar todos los detalles. Desde Semilla para el Cambio avanzan que se pondrá el foco en el fomento del ahorro, la creación de algunos puestos de trabajo y la seguridad alimentaria, en los casos que puedan prevalecer a pesar del desconfinamiento. «La pequeña economía de las familias, que anteriormente ya era muy precaria, se ha venido abajo. Por eso ahora, la reconstrucción que como ongd podemos abordar, se centrará -entre otros- en estos aspectos», explica María Bodelón. Una línea que ya ha tomado el gobierno de la India, con el relanzamiento del programa de empleo MGREGA, el Mahatma Gandhi Rural Employment Guarantee Act, o Ley de Garantía de Empleo Mahatma Gandhi, de 2005, cuyo objetivo es garantizar el «derecho al trabajo» de las trabajadoras y trabajadores más vulnerables, principalmente en las áreas rurales del país, donde se concentra un 68% de la población. El acceso al trabajo es una vía para asegurar ingresos a una población que en estos tres meses ha visto desmantelada su ya de por sí frágil vía de ingresos.

María Bodelón junto a uno de los bebés que recibió atención médica del proyecto sanitario, durante el confinamiento.

El proyecto sanitario, de guardia

Un proyecto que no ha dejado de estar activo durante la pandemia, ha sido y sigue siendo el proyecto sanitario de Semilla para el Cambio.

Con apoyo solo a casos urgentes y a la distribución de medicamentos a pacientes crónicos, el proyecto registró durante el mes de mayo varios ingresos, entre ellos: un recién nacido con la bilirrubina muy alta (ictericia de nacimiento, algo común); una mujer con septicemia; un hombre con un acceso en el hígado; un paciente con fractura; y atención a bebés con diarrea y fiebre.

«A todos esos casos hemos respondido y en esta ocasión la ongd se ha hecho cargo del 100% de los gastos en prácticamente todo los casos (por política las familias antes tenían que aportar hasta un 30% excepto excepciones)», ha explicado María Bodelón desde India.