“Asegurando algo tan básico como la salud, los niños pueden centrarse en su educación y desarrollo”

“Asegurando algo tan básico como la salud, los niños pueden centrarse en su educación y desarrollo”

William González es médico residente en Medicina Familiar y Comunitaria en Vitoria Gasteiz, pero este verano ha pasado cinco semanas en Varanasi como voluntario del Programa de Salud de Semilla para el Cambio. Este chileno de 26 años ha estado ayudando con el chequeo de todos los alumnos del centro de Sigra de la ONG y está convencido de que lo que se lleva de esta experiencia es mucho mayor que lo que él haya podido aportar.

¿Cómo decidiste realizar un voluntariado con Semilla?

Por un lado, yo ya conocía la ONG. Visité el centro en Varanasi hace cuatro años durante un viaje a India y desde entonces colaboro con el grupo de voluntariado que Semilla tiene en Euskadi. Por otra parte, el centro en el que estoy realizando la especialidad en Medicina Familiar y Comunitaria me permite realizar unos meses de rotación externa para trabajar en otros proyectos, así que aproveché esa oportunidad para poder colaborar con la ONG desde el terreno en India.

¿Cuáles son tus funciones en el Programa de Salud?

He estado ayudando en diferentes tareas dentro del Proyecto de Apoyo Sanitario, financiado por la Diputación de A Coruña. La principal es realizar un chequeo médico exhaustivo a todos los alumnos y alumnas; mirando la talla, peso, haciendo un examen de visión, auscultación cardiopulmonar y un examen físico para comprobar posibles problemas dermatológicos o en el pelo. La idea es tener un control periódico y detectar posibles problemas antes de que vayan a más.

También el Programa tiene como objetivo llevar un seguimiento de los casos más complejos entre las familias beneficiarias; el equipo y yo hemos realizado un seguimiento de algunas familias en sus hogares en las zonas de Sigra y Dashashwamedh, para asegurarnos de que estos pacientes siguen el tratamiento adecuado.

Paralelamente, durante estas semanas he estado pasando consulta también junto al médico y enfermero que atienden el dispensario de Semilla en Sigra y he ayudado a preparar algunos materiales didácticos para algunos talleres sobre temas relacionados con salud o nutrición.

Durante los últimos días del voluntariado, estaré trabajando junto a las promotoras de salud, dándoles algunas nociones básicas de primeros auxilios para que ellas mismas puedan atender algunos casos en los slums. Hemos revisado y actualizado también los botiquines para asegurarnos que tienen todo lo necesario.

Voluntariado - Salud infantil - Semilla para el cambio
Una de las labores durante su voluntariado ha sido realizar un chequeo a los niños y niñas del Programa de Educación Integral. © Anna Cohí

¿Como médico, cómo ves la situación sanitaria en los slums

La situación general en los slums es bastante delicada porque las familias viven en entornos poco favorables para la salud. No porque no mantengan hábitos de higiene, sino porque están en contacto continuo con polvo, suciedad, animales… Los problemas de salud más frecuentes son sobre todo de tipo infeccioso, de salud bucodental, problemas dermatológicos y enfermedades crónicas o de larga evolución que no tienen un correcto seguimiento.

Además, la situación económica de estas familias tampoco ayuda, cualquier tratamiento que necesiten les genera un gasto que muchas veces no pueden o no quieren sufragar. En este sentido Semilla para el Cambio les ayuda cubriendo algunos de los gastos médicos que las familias beneficiarias puedan tener.

¿Cómo crees que el Programa de Salud está ayudando a paliar esta situación?

El Dispensario médico, financiado por la Diputación de A Coruña, ayuda primero a dar una atención a las dolencias que van surgiendo. Pero además, intenta hacer una atención continuada en el tiempo, una labor de seguimiento y dedicación para que no se abandonen los casos problemáticos y que necesitan de un seguimiento y una terapia continuos.

Por otro lado, el Programa de Salud de Semilla para el Cambio ha permitido reducir el índice de mortalidad infantil en los slums, crear más conciencia sobre salud reproductiva, planificación familiar… Y gracias al programa, los niños y niñas tienen la libertad de poder acercarse al dispensario para hacer alguna consulta médica. Durante estas semanas, incluso me han parado por el pasillo para decirme que les dolía algo, con la suficiente confianza como para no callarse lo que les pasa y confiarte sus problemas. Eso me parece muy bonito y creo que es consecuencia de la concienciación y de poner la infraestructura adecuada para hacerlo.

Por todo ello valoro el Programa muy positivamente, creo que se están haciendo muy bien las cosas porque permite abordar de forma transversal muchos aspectos relacionados con la salud, tanto directa como indirectamente. El hecho de tener un Programa de Nutrición, por ejemplo, repercute también directamente en el bienestar y la salud de los beneficiarios.

¿Y qué importancia tiene la salud para el desarrollo de estos niños y niñas?

Un niño enfermo o desnutrido no puede estudiar ni hacer sus actividades correctamente. Asegurándoles algo tan básico como la salud, ya se pueden centrar en temas educativos, académicos o de desarrollo personal.

Ya pasado el ecuador de tu voluntariado, ¿cómo valoras tu trabajo aportado aquí y la experiencia como voluntario?

Creo que lo que he hecho puede ser de ayuda, pero me llevo bastante más. Estas semanas he tenido que cambiar mi forma de pensar y de actuar como médico para poder adaptarme a las situaciones que hay aquí, lo que me ha hecho replantearme muchas cosas profesional y personalmente. Y al final, esto siempre es mucho más enriquecedor de lo que puedas aportar tú aquí en un mes o en cinco semanas.

¿Te has encontrado alguna dificultad a la hora de trabajar como médico en India?

Quizás la barrera más compleja ha sido la idiomática, al tratar con personas que no hablan prácticamente inglés… También he notado un poco de barrera cultural en el caso de las mujeres, que eran un poco más reacias a que las atendiera un hombre. Aún así, al final con buena voluntad por ambas partes, y con mis chuletas hindi-español, acabamos entendiéndonos.

Aprovecho para agradecer a todo el equipo de Semilla, que me han acogido con los brazos abiertos y me han dado apoyo. Profesores y coordinadores que me han ayudado a organizar las revisiones, a hacer de traductores… Y también a la Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria de Álava por haberme ayudado a organizar esta rotación externa.