¡Ha nacido Somirun!

¡Ha nacido Somirun!

Os presentamos a Somirun, el último de los bebés que ha nacido en los slums de Sigra (Varanasi) en los que trabaja Semilla para el Cambio. Nació la pasada semana, en perfecto estado de salud y con 3.250 gramos, un peso que está dentro de lo normal en un recién nacido e incluso por encima de lo que viene siendo habitual en los slums, donde se registran algunos casos de bajo peso al nacer por la malnutrición de las embarazadas.

Pero la mamá de Somirun, Saleena, es una de las beneficiarias del Proyecto de Promoción de Salud, financiado por el Ayuntamiento de Segovia a través de Farmacéuticos en Acción, con el que ha tenido un seguimiento durante todo el embarazo, se le han proporcionado suplementos alimenticios para garantizar su correcta nutrición y con el que ha podido dar a luz en uno de los hospitales con los que Semilla tiene concierto.

Recientemente, Semilla para el Cambio realizó un estudio sobre la mortalidad infantil que había en los slums antes de que la ONG iniciara su trabajo y los datos resultantes son alarmantes. En 15 años murieron más de 60 niños en 75 familias. Todo debido a las condiciones de insalubridad en las que viven, a un desconocimiento total sobre sanidad básica e higiene, a la falta de control de los embarazos y de acceso a servicios sanitarios.

Estas cifras confirman la necesidad de seguir trabajando con ahínco en los proyectos de Promoción de Salud y Apoyo Sanitario. Gracias a estos proyectos, embarazadas como Saleena, pueden acudir a una visita mensual con la ginecóloga, realizar pruebas de seguimiento de la gestación, tomar suplementos alimenticios y contar con asesoramiento sobre nutrición durante el embarazo. Igualmente, se les proporciona la oportunidad de realizar el parto en un hospital y, una vez que el bebé ha nacido, se realiza un control periódico del niño o niña para asegurar que su crecimiento y desarrollo sea el adecuado.

Aunque queda mucho por hacer, el nacimiento de cada nuevo bebé es para Semilla un triunfo que celebrar … y en esta ocasión nada pequeño. ¡Bienvenido al mundo, Somirun!