El ambicioso plan educativo que Semilla para el Cambio alberga en Sigra contará con la presencia de 30 niños más. Una generosa donación privada ha permitido que, a partir de enero, sean 80 los niños que estén recibiendo educación a través de Semilla para el Cambio en los suburbios de Varanasi.
Sigra, un barrio acomodado de Varanasi, alberga a gran número de familias de emigrantes del estado indio de Bengala occidental. Debido a la falta de medios las familias se ven abocadas a que sus hijos, desde una temprana edad, trabajen en la recogida de papel y plástico para la reventa. De esta manera colaboran en el sustento familiar y merman las posibilidades de recibir una educación y asistir a la escuela. Los cabeza de familia, en muchas ocasiones acaban trabajando recogiendo papel y plástico o como conductores de rickshaws, un medio de transporte común en India donde el conductor transporta a los pasajeros mediante una bicicleta con un remolque. Los beneficios que reportan estos trabajos raramente superan los 2 euros diarios, insuficientes para mantener a sus familias, compuesta entre 7 y 10 miembros.
Semilla para el Cambio trabaja para romper el círculo de pobreza y analfabetismo en el que están inmersas las familias más desfavorecidas de Varanasi, a través de un programa educativo integral complementado por intervenciones nutritivas y sanitarias.
Establecida en 2009, la ONG gallega tiene ya un centenar de beneficiarios repartidos entre Sigra y la zona de Dashashwamedh, donde la organización tiene su local.
Foto: © Vanessa Escuer